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Clínicas y centros de salud ya han implementado el sistema de firma manuscrita sobre tableta digital para que los pacientes firmen el consentimiento informado

El sector sanitario tiene unas reglas muy estrictas en cuanto a la documentación. Uno de los documentos más importantes en la relación médico-paciente es el de Consentimiento Informado (CI). A través de este documento se suponen dos pretextos: que el profesional ha informado al paciente de todos los detalles de una intervención o prueba médica y que éste da su conformidad de forma libre, voluntaria y consciente. La firma de este documento es obligatoria, una cuestión de buena praxis, y además, una prueba a favor del profesional ante una demanda judicial o penal.

Este trámite entre profesional y paciente puede digitalizarse. De hecho, algunos centros ya han implementado la firma biométrica en sus consultas para sus pacientes. Y es que la firma biométrica ha probado su eficacia como solución tecnológica para el entorno sanitario.

Firma manuscrita digital para el Consentimiento Informado

La solución de firma manuscrita sobre tableta digital, que ha implementado Validate ID y Firmaprofesional, permite a los pacientes firmar sobre la tableta en la consulta y que el documento con la rúbrica digital tenga exactamente el mismo valor que el de papel.

El sistema recoge la información biométrica del firmante de forma confidencial a través de un robusto sistema de cifrado de datos biométricos. La firma se almacena de forma segura y queda vinculada exclusivamente al documento firmado. Esto se hace de tal forma que un périto caligráfico puede verificar la firma.

Para garantizar la integridad del documento, Firmaprofesional, como líder de Prestación de Servicios de Certificación, avala la calidad del proceso y la confianza del software de validación de firmas. La tecnología que utiliza asegura la autoría del firmante y la integridad del documento firmado a lo largo del tiempo mediante su certificado digital. Además, garantiza la seguridad y confidencialidad de la información de la firma biométrica a través del cifrado de la misma.

Los certificados digitales y el cifrado de la información son la clave de la robustez del sistema. Por una parte se asegura la autoría del firmante y la integridad del documento firmado a los largo del tiempo, y por otra se garantiza la seguridad y confidencialidad de la información de la firma biométrica.

En el sector sanitario, “la incorporación de las nuevas tecnologías no es solo válida, sino inevitable e incluso deseable”, como afirma Federico de Montalvo Jääskeläinen, quien combina su experiencia dentro del campo nacional e internacional de la Bioética y como profesor de Derecho Constitucional.

Para el paciente lo relevante no ha de ser la tecnología, sino la buena praxis del profesional. A priori, firmar sobre un papel o en una tableta no debería suponer ninguna diferencia.

Lo cierto es que el soporte digital implica mejoras. El sistema de firma manuscrita digital es capaz de mostrar (y luego almacenar) toda la información que el paciente debe conocer, la particularización que el médico incluye en cada caso, y las evidencias de que el proceso mantiene las garantías y derechos de confidencialidad en todo momento de paciente y facultativo.

Todavía queda mucho camino por recorrer, pero ya se ha puesto de manifiesto que las tecnologías de firma electrónica manuscrita o biométrica dentro del sector de la salud son completamente aplicables. Es cuestión de tiempo y de voluntad innovadora que todos los hospitales, las clínicas y las consultas médicas generalicen la firma electrónica en el sector sanitario.

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